Justo ayer, fui a pagar mi teléfono celular, hubo varios problemas porque me cambiaron mi número telefónico sin mi permiso, me enojé, grité y sin embargo, con todo mi enojo, sabía que tenía que pagar los montos del plan. Con el enojo, ese dinero se me hacía una cantidad exorbitante y una vez que se me pasó el enojo me puse a pensar en el poco valor que le damos a nuestras compras. Adquirí un plan de telefonía celular por 4 años seguidos y en ese tiempo, jamás aproveché al máximo todos los servicios que este plan me ofrecía, esto es, estuve pagando de más; pero aquí la cuestión no es lo monetario, yo no quise aprovechar los beneficios del plan, yo estuve regalando mi dinero porque fui yo quien no quiso sacarle provecho al dinero dado. Los planes de financiamiento son una inversión, no alcancía de alguien más. Este tipo de compras son un embudo para dejar escapar el dinero, si es...
Hace aproximadamente 15 años o tal vez un poco más, ya estaba al alcance de todos el celular, las llamadas eran caras y la juventud encontramos que los mensajes de texto eran más baratos que una llamada, así que empezamos a usarlos. Recuerdo que cada mensaje tenía un costo y cada vez que agregábamos signos de puntuación admiración, interrogación, tildes y demás, el mensaje se hacía más largo; así que no tuvimos más remedio que modificar letras para poder enviar gran contenido en un solo mensaje. Por ejemplo, cambiamos la k por "c" o "q", eliminamos por completo la "h", algunas palabras las simplificamos, como "por qué" que ahora se escribe "xq" y nos olvidamos por completo de signos de puntuación y tildes y obviamente no desperdiciábamos mensajes respondiendo "si, no u ok". Varios años después apareció la fantástica aplicación llamada WhatsApp, podíamos enviar todos los mensajes que quisiéramos sin preocuparnos por el tam...