Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2019

Aprovechando o desperdiciando

Justo ayer, fui a pagar mi teléfono celular, hubo varios problemas porque me cambiaron mi número telefónico sin mi permiso, me enojé, grité y sin embargo, con todo mi enojo, sabía que tenía que pagar los montos del plan. Con el enojo, ese dinero se me hacía una cantidad exorbitante y una vez que se me pasó el enojo me puse a pensar en el poco valor que le damos a nuestras compras. Adquirí un plan de telefonía celular por 4 años seguidos y en ese tiempo, jamás aproveché al máximo todos los servicios que este plan me ofrecía, esto es, estuve pagando de más; pero aquí la cuestión no es lo monetario, yo no quise aprovechar los beneficios del plan, yo estuve regalando mi dinero porque fui yo quien no quiso sacarle provecho al dinero dado. Los planes de financiamiento son una inversión, no alcancía de alguien más. Este tipo de compras son un embudo para dejar escapar el dinero, si es...

La involución de la ortografía

Hace aproximadamente 15 años o tal vez un poco más, ya estaba al alcance de todos el celular, las llamadas eran caras y la juventud encontramos que los mensajes de texto eran más baratos que una llamada, así que empezamos a usarlos. Recuerdo que cada mensaje tenía un costo y cada vez que agregábamos signos de puntuación admiración, interrogación, tildes y demás, el mensaje se hacía más largo; así que no tuvimos más remedio que modificar letras para poder enviar gran contenido en un solo mensaje. Por ejemplo, cambiamos la k por "c" o "q", eliminamos por completo la "h", algunas palabras las simplificamos, como "por qué" que ahora se escribe "xq" y nos olvidamos por completo de signos de puntuación y tildes y obviamente no desperdiciábamos mensajes respondiendo "si, no u ok".  Varios años después apareció la fantástica aplicación llamada WhatsApp, podíamos enviar todos los mensajes que quisiéramos sin preocuparnos por el tam...

Sororidad

La sororidad se hizo una palabra popular en estos días, esto debido a que se busca que las mujeres nos apoyemos las unas a las otras, en lugar de destrozarnos con comentarios. Hace dos años y medio, llegué a Tetela del Volcán, Morelos a vender mis productos, fueron muy bien recibidos, la mayoría de los compradores eran mujeres, algo casi obvio, y toda ellas muy abiertas a probar nuevos productos, a darle una oportunidad a los nuevos emprendedores. Un mes después, nuevamente fui a vender, todas las compradoras felices porque mis productos realmente hacían lo que yo les prometí y de inmediato se hicieron clientas y no sólo eso, de ellas mismas salió la iniciativa de promocionar mis productos con sus amistades, vecinas y familiares. Desde ese momento, me han invitado cada mes a ir a vender, a participar en las ferias "de pueblo"; observándolas aprendí lo que realmente es la sororidad, ellas dicen y practican el "si una vende, las demás también vendemos", si no pued...

La bolsa del mandado

Cuando era niña, mi abuela me llevaba al mercado con ella, yo tenía que recordar llevar la bolsa del mandado, en caso contrario, me obligaba a regresar a casa a buscar la bolsa y llevársela de vuelta al mercado, y debía hacerlo rápido o me esperaba un regaño. Antes los "marchantes" no daban bolsas para tus compras, tú debías llevar tus propios medios para hacer las compras, las verduras iban revueltas, debías aprender el arte de acomodarlas para que no acabaran magulladas al llegar a casa, las semillas, chiles, pimienta, canela y demás, se entregaban en un cucurucho de papel periódico, lo único que se vendía en una bolsa de plástico, era la crema y la carne. En caso de no llevar "bolsa del mandado", los marchantes se molestaban y las opciones eran; ir a comprar un kilo de bolsa o buscar en todos los puestos a ver quién te vendía una bolsa. Las bolsas de plástico eran caras y a mi abuela le molestaba mucho pagar por ellas, llevaba un cálculo exacto de lo que se d...

Sí era un ratero

Días atrás, mi amiga la abogada publicó en Facebook un video, trataba de una familia de mujeres defendiendo a su hermano, él acababa de salir del penal (prisión) por robo y a una semana después de su salida, él decide entrar a robar a casa de sus propias vecinas, ellas se defienden y él muere en su intento de robo.  Lo que me sorprende es lo cierto que tiene el dicho “por eso estamos como estamos”, las hermanas decían que su hermano “malandrín” sí era un ratero mariguano pero que jamás le había faltado el respeto a nadie, estamos viviendo en una sociedad en la que el entrar con violencia, con arma blanca a una casa ajena a robar, no es una falta de respeto; ¿entonces qué es?.  Lo más sorprendente, mujeres defendiendo a un hermano ladrón y mariguano, uniéndose para decir que él no merecía morir a manos de sus víctimas, mujeres justificando lo malo, la violencia, enseñando a sus hijas a normalizar el robo, la violencia y demás cosas malas. Sólo me queda decir “por eso ...